Debe acostumbrarse, antes de permitirle salir de la casa.
Debemos vigilarlo, para fijarnos en su reacción y darle el tiempo necesario para que se acostumbre a él.
Podemos ponérselo un rato y luego quitárselo y así de rato en rato.
Siempre con paciencia y amor hacia nuestro felino.
Competencia por las hembras.
Conflictos territoriales.
Confrontación por la bebida o comida.
Miedo entre ellos.
Dolor durante el juego.
A los gatos castrados les resulta mucho más fácil adaptarse a los nuevos integrantes.
Por lo que ante la llegada de un nuevo gato o perro, es importante respetar los espacios de cada uno, ubicarlos por separado los bebederos y comederos.
Además, de sus zonas de descanso, así estarán más tranquilos.